Se conoce como la toma de Málaga al asedio llevado a cabo en
1487 mediante el cual los Reyes Católicos conquistaron la ciudad de Málaga a
los musulmanes en el marco de la Guerra de Granada. El asedio fue un largo
evento de unos cuatro meses de duración y supuso un episodio sangriento en la
guerra final por la conquista del Reino nazarí de Granada.
La plaza de Málaga estaba muy bien defendida. La ciudad
estaba rodeada por una muralla defensiva y por arrabales igualmente amurallados
y la alcazaba estaba comunicada con el castillo de Gibralfaro mediante una
coracha doblemente amurallada. Lo defendían 15.000 gomeres africanos y
guerreros malagueños.
El rey Fernando el Católico salió de Córdoba con un ejército
de 20.000 jinetes, 50.000 peones y 8.000 soldados de apoyo. A este contingente
se unió la artillería mandada por Francisco Ramírez de Madrid que salió de
Écija. El ejército tomó la decisión de atacar primero Vélez-Málaga para
posteriormente en pago a las tropas que acompañaban a los conquistadores se
produjeron los repartimientos. Entre 5.000 y 6.000 cristianos extremeños,
leoneses, castellanos, gallegos y levantinos repoblaron la provincia, de los
que unos mil se asentaron en la capital. En un primer momento se levantaron
cuatro parroquias en la ciudad: las iglesias del Sagrario -dedicada a San
Pedro, fundada en 1488 y reconstruida en el siglo XVIII-, San Juan, Santiago y
Santos Mártires. La ciudad se extendió extramuros con la creación de los
conventos de La Trinidad, Capuchinos, Los Ángeles y el Santuario de la
Victoria.zar sobre Málaga.