UNIDAD 8 : EL NACIMIENTO DEL MUNDO MODERNO:
El renacimiento
-La capilla sixtina
El techo de la capilla es una bóveda de cañón rebajada, con
lunetos que rodean los arcos de las ventanas. La bóveda está cortada en sentido
transversal por pequeñas bóvedas formadas sobre cada ventana, que la dividen en
su nivel inferior en una serie de pechinas elevadas sobre pilastras situadas
entre las ventanas. La bóveda de cañón estaba pintada originalmente de color
azul brillante con estrellas doradas, según un diseño de Piermatteo da
Amelia.7 El pavimento es de cosmatesco, un estilo decorativo que usa mármol y
piedra coloreada en un diseño que refleja la proporción que existía
antiguamente en la división del interior y también marca el camino procesional
desde la puerta principal, utilizado por el papa en ocasiones importantes, como
el Domingo de Ramos.
-Las estancias vaticanas de Rafael
Son cuatro habitaciones o salas situadas en el segundo piso
del Palacio Apostólico (Ciudad del Vaticano). Fueron decoradas con frescos del
pintor renacentista italiano Rafael y sus discípulos en el periodo entre 1508 y
1524. Se conoce el nombre de los principales discípulos y colaboradores de
Rafael, en esta y otras obras: Giulio Romano, Giovanni da Udine, Gianfrancesco
Penni y Perin del Vaga. Junto a los frescos de la Capilla Sixtina, obra de
Miguel Ángel, constituyen el ciclo de frescos que marcan el Alto Renacimiento
en Roma.
Físicamente, el orden de las cuatro salas, desde el este
hacia el oeste, tal como un visitante entraría en el apartamento es: Sala de
Constantino, Sala de Heliodoro, Sala de la Signatura y Sala del Incendio del
Borgo. No obstante, otro es el orden cronológico en que se pintaron los
frescos.
-La ultima cena
La Última Cena es una de las obras más famosas de Leonardo
da Vinci y la representación más famosa del episodio de la Última Cena.
Esta obra maestra del Renacimiento se encuentra en el
refectorio de Santa Maria delle Grazie, una etapa importante para todos los
visitantes amantes de la pintura renacentista de Leonardo da Vinci y de su
impulso innovador.
La Última Cena está pintada al óleo sobre yeso, con una
técnica de pintura sobre madera seca nunca utilizada antes en las pinturas
murales. Esto es probablemente el detalle que hace que las obras de Leonardo
sean únicas en el mundo: experimentar con nuevas técnicas que, por desgracia, a
veces se adaptan mal al mantenimiento en el tiempo. De hecho, la Última Cena
también ha tenido importantes problemas de conservación y ha sido restaurada
varias veces viendo una atenuación gradual de las características típicas de la
pintura de Leonardo.
Sobrevivida a los bombardeos que en la Segunda Guerra
Mundial golpeó el refectorio de Santa Maria delle Grazie, en 1977 se empezó un
importante trabajo de restauración que duró más de 20 años. La intervención de
los principales expertos del mundo no solo restructuró la obra, sino también,
gracias a estudios de alta precisión, ha sido capaz de reconstruir totalmente
el toque de Leonardo da Vinci, haciendo que la unicidad del Cenáculo fuera de
nuevo visible a nuestros ojos.